La gestión de acceso privilegiado (PAM) consta de un conjunto de estrategias, tecnologías y procesos diseñados para controlar y gestionar el acceso privilegiado a las redes, sistemas y datos de una organización. El papel de la gestión de acceso privilegiado (PAM) a la hora de proteger a las organizaciones contra accesos no autorizados y violaciones de seguridad es crucial.
Normalmente, el acceso privilegiado se refiere al nivel elevado de privilegios otorgados a ciertos usuarios o cuentas dentro de una infraestructura de TI. Las cuentas privilegiadas tienen un amplio control sobre los recursos críticos y son capaces de realizar tareas que no están disponibles para los usuarios regulares. cuentas de usuario. Para evitar que personas no autorizadas aprovechen estos poderosos privilegios y comprometan la seguridad de una organización, se debe administrar y proteger el acceso privilegiado.
En el contexto de la ciberseguridad, los privilegios se refieren a los permisos específicos asignados a usuarios o cuentas dentro de un sistema de TI. Estos privilegios determinan las acciones y operaciones que un usuario o cuenta puede realizar dentro de una red, aplicación o sistema.
Los privilegios se crean y asignan según el principio de privilegio mínimo (PoLP), que aboga por otorgar a los usuarios o cuentas solo los privilegios mínimos necesarios para llevar a cabo las tareas designadas. Este principio ayuda a limitar los riesgos potenciales de seguridad al reducir la superficie de ataque y minimizar el impacto potencial de las cuentas comprometidas al limitar la cantidad de usuarios con acceso administrativo.
Los privilegios se pueden clasificar en diferentes niveles, como por ejemplo:
Privilegios a nivel de usuario: Estos privilegios están asociados con cuentas de usuarios normales y generalmente incluyen permisos básicos necesarios para las tareas diarias. Los privilegios a nivel de usuario permiten a los usuarios acceder a archivos, ejecutar aplicaciones y realizar operaciones de rutina.
Privilegios administrativos: También conocidos como privilegios de superusuario o administrador, son permisos de nivel superior otorgados a personas responsables de administrar sistemas, redes y aplicaciones. Los privilegios de administrador permiten a los usuarios configurar ajustes, instalar software, modificar configuraciones del sistema y realizar otras tareas críticas necesarias para la administración del sistema.
La creación y asignación de privilegios normalmente implica el enfoque de control de acceso basado en roles (RBAC). RBAC permite a los administradores definir roles y asociar conjuntos de privilegios con cada rol. Luego, a los usuarios o cuentas se les asignan roles específicos según sus responsabilidades dentro de la organización. Este enfoque centralizado agiliza la gestión de privilegios y garantiza un control de acceso coherente en toda la infraestructura de TI.
Es importante revisar y actualizar periódicamente los privilegios para alinearlos con las necesidades de la organización y los requisitos de seguridad. Administrar adecuadamente los privilegios es un aspecto fundamental para mantener una postura de seguridad sólida y prevenir el acceso no autorizado y el uso indebido de recursos críticos.
Las cuentas privilegiadas, también denominadas cuentas administrativas o usuarios privilegiados, son cuentas de usuario con privilegios elevados más allá de los de las cuentas de usuario normales. Estas cuentas suelen estar reservadas para administradores de sistemas, personal de TI u otras personas que requieren un control exhaustivo sobre los recursos de TI.
Las cuentas privilegiadas tienen amplios derechos y permisos de acceso que les permiten realizar acciones críticas dentro de una infraestructura de TI. Poseen la autoridad para configurar los ajustes del sistema, instalar software, acceder a datos confidenciales y realizar otras tareas administrativas necesarias para administrar y mantener el entorno de TI de la organización.
Sin embargo, los amplios privilegios asociados con las cuentas privilegiadas también las convierten en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes. Si se ven comprometidas, estas cuentas pueden proporcionar a los atacantes acceso ilimitado a datos, sistemas y recursos de red confidenciales, lo que provoca graves violaciones de seguridad y posibles daños.
Para mitigar los riesgos asociados con las cuentas privilegiadas, las organizaciones deben implementar medidas de seguridad sólidas, como soluciones de gestión de acceso privilegiado (PAM). Las soluciones PAM facilitan la gestión y el seguimiento seguros de cuentas privilegiadas, garantizando que el acceso se conceda según sea necesario y que todas las actividades se registren y auditen.
La gestión eficaz de cuentas privilegiadas implica prácticas tales como:
Control de acceso: Implementar controles estrictos para restringir y monitorear el acceso a cuentas privilegiadas. Esto incluye el uso de contraseñas seguras, autenticación multifactor y gestión de sesiones.
Elevación de privilegios: Utilizar técnicas para otorgar privilegios elevados temporales a cuentas de usuarios normales solo cuando sea necesario, reduciendo la exposición de credenciales privilegiadas.
Separación de privilegios: Separar tareas administrativas y segregar deberes para minimizar el riesgo de abuso o acceso no autorizado. Esto implica asignar diferentes privilegios a diferentes roles e individuos, evitando un único punto de compromiso.
Las credenciales privilegiadas se refieren a las credenciales de autenticación asociadas con cuentas privilegiadas, que permiten a los usuarios demostrar su identidad y obtener acceso a privilegios elevados. Estas credenciales suelen incluir nombres de usuario, contraseñas y, en algunos casos, factores adicionales como tokens de seguridad o datos biométricos.
La seguridad de las credenciales privilegiadas es de suma importancia para mantener un entorno de TI seguro. Si personas no autorizadas obtienen estas credenciales, pueden hacerse pasar por usuarios privilegiados y obtener acceso sin restricciones a sistemas críticos y datos confidenciales.
Para proteger las credenciales privilegiadas, las organizaciones deben adoptar medidas de seguridad sólidas, como:
La gestión de contraseñas: Implementar políticas de contraseñas seguras, incluido el uso de contraseñas complejas, la rotación regular de contraseñas y evitar la reutilización de contraseñas. Además, las organizaciones pueden mejorar la seguridad de las contraseñas mediante el uso de bóvedas de contraseñas y soluciones de administración de contraseñas.
Autenticación multifactor (MFA): Imponer el uso de múltiples factores para autenticar a los usuarios privilegiados, como combinar contraseñas con verificación biométrica, tokens de seguridad o códigos de acceso de un solo uso. MFA agrega una capa adicional de seguridad, lo que dificulta significativamente que personas no autorizadas obtengan acceso a cuentas privilegiadas.
Bóveda de credenciales: Almacenar credenciales privilegiadas en bóvedas seguras y cifradas, protegiéndolas del acceso no autorizado y garantizando que solo sean accesibles para el personal autorizado.
Monitoreo de sesiones privilegiadas: Implementación de monitoreo en tiempo real de sesiones privilegiadas para detectar actividades sospechosas o posibles violaciones de seguridad. Esto ayuda a identificar intentos de acceso no autorizados o comportamientos anormales por parte de usuarios privilegiados.
Identificar usuarios privilegiados es un paso importante para administrar y asegurar el acceso privilegiado. Algunos métodos para identificar usuarios privilegiados incluyen:
PAM se centra en gestionar y controlar el acceso privilegiado a sistemas, redes y recursos dentro de la infraestructura de TI de una organización. Su objetivo es garantizar que las cuentas privilegiadas, que tienen permisos y derechos de acceso elevados, estén protegidas, monitoreadas y auditadas adecuadamente.
PIM, por otro lado, es un subconjunto de PAM que se centra específicamente en gestionar y proteger identidades privilegiadas. Se ocupa de la gestión del ciclo de vida de cuentas privilegiadas, incluida su creación, aprovisionamiento, baja de aprovisionamiento y derechos.
La gestión de acceso privilegiado es importante porque ayuda a las organizaciones a protegerse contra amenazas internas, mitigar ataques externos, cumplir con los requisitos normativos, minimizar la superficie de ataque, mejorar la visibilidad y la responsabilidad y salvaguardar los activos críticos. Al implementar estrategias PAM efectivas, las organizaciones pueden fortalecer su postura de seguridad general y mitigar los riesgos asociados con el acceso privilegiado, garantizando en última instancia la confidencialidad, integridad y disponibilidad de sus sistemas y datos.
Privileged Access Management (PAM) ofrece varios beneficios, incluida una seguridad mejorada a través de controles y monitoreo de acceso, un mejor cumplimiento de las regulaciones de la industria, una reducción de las amenazas internas mediante la implementación de controles estrictos y medidas de responsabilidad, y operaciones optimizadas a través de la automatización y la administración centralizada.
Las soluciones PAM se basan en colocar protección adicional a sus cuentas privilegiadas. La advertencia es que existe una suposición implícita de que ya sabes quiénes son estas cuentas. Desafortunadamente, esto no es así y la realidad suele ser la contraria.
Aunque la Active Directory puede filtrar todas las cuentas que forman parte de un grupo privilegiado, no tiene la capacidad de mostrar cuáles de ellas son cuentas de servicio. Esto crea una brecha crítica porque estas cuentas no pueden ser protegidas y sujetas a rotación de contraseñas sin un mapeo preciso de sus dependencias, sistemas con los que interactúan y aplicaciones compatibles. Colocarlos en la bóveda y rotar su contraseña sin tener este conocimiento probablemente provocaría la ruptura de los sistemas y aplicaciones que los utilizan. La única forma en que las cuentas de servicio pueden obtener protección PAM es adquiriendo este conocimiento manualmente. Como le dirá cualquier miembro del equipo de identidad, esta tarea varía desde extremadamente compleja y que consume recursos hasta absolutamente imposible en la mayoría de los entornos. El resultado de este problema es un proceso extremadamente largo (meses o años) de incorporación de todas las cuentas privilegiadas a el PAM, o incluso detener el despliegue por completo.
El primer paso en la implementación de PAM es identificar e inventariar todas las cuentas privilegiadas dentro del entorno de TI de una organización. Esto incluye cuentas con derechos de acceso elevados, como cuentas administrativas, cuentas de servicio y otros usuarios privilegiados. El proceso de descubrimiento implica escanear sistemas y redes para localizar y registrar estas cuentas en un repositorio centralizado. Este inventario sirve como base para implementar controles de acceso efectivos y monitorear actividades privilegiadas.
El principio de privilegio mínimo (PoLP) es un concepto fundamental en PAM. Establece que a los usuarios se les deben otorgar los privilegios mínimos necesarios para realizar sus tareas específicas. Las soluciones PAM imponen privilegios mínimos mediante la implementación de controles de acceso basados en roles y responsabilidades de los usuarios. Siguiendo el principio de privilegio mínimo, las organizaciones pueden limitar el impacto potencial de las cuentas comprometidas y reducir la superficie de ataque. Las soluciones PAM garantizan que los privilegios se asignen según el principio de privilegio mínimo y se revisen periódicamente para alinearse con las necesidades cambiantes de la organización.
Las soluciones PAM incorporan controles sólidos de autenticación y autorización para garantizar la seguridad del acceso privilegiado. Esto incluye la implementación de políticas de contraseñas seguras, autenticación multifactor (MFA) y gestión de sesiones privilegiadas. Las políticas de contraseñas sólidas imponen el uso de contraseñas complejas, la rotación regular de contraseñas y bóvedas de contraseñas para proteger las credenciales privilegiadas. MFA agrega una capa adicional de seguridad al requerir factores de autenticación adicionales, como datos biométricos o tokens de seguridad. La gestión de sesiones privilegiadas permite monitorear y controlar sesiones privilegiadas para evitar el acceso no autorizado o el uso indebido de cuentas privilegiadas.
El seguimiento eficaz de las actividades privilegiadas es un componente fundamental de la PAM. Las soluciones PAM brindan monitoreo y registro en tiempo real de sesiones privilegiadas, capturando detalles como comandos ejecutados, archivos a los que se accede y cambios realizados. Este monitoreo permite a las organizaciones detectar y responder rápidamente a cualquier actividad sospechosa o no autorizada. La supervisión de actividades privilegiadas ayuda a identificar posibles incidentes de seguridad, amenazas internas o violaciones de políticas, lo que permite a las organizaciones tomar las medidas adecuadas para mitigar los riesgos.
Las soluciones PAM facilitan las capacidades de auditoría y presentación de informes, lo que permite a las organizaciones mantener un seguimiento de auditoría de actividades privilegiadas. La auditoría garantiza el cumplimiento de los requisitos reglamentarios y proporciona evidencia del cumplimiento de las políticas de seguridad. Las soluciones PAM generan informes completos sobre el acceso privilegiado, incluidas solicitudes de acceso, concesiones de acceso, actividades de sesión y cambios realizados por usuarios privilegiados. Estos informes se pueden utilizar para auditorías de cumplimiento, investigaciones forenses y revisiones de gestión, ayudando a las organizaciones a evaluar su postura de seguridad e identificar áreas de mejora.
Elegir e implementar las tecnologías y soluciones PAM adecuadas ayuda a las organizaciones a fortalecer su postura de seguridad, imponer privilegios mínimos y garantizar una gestión y control adecuados del acceso privilegiado. Al combinar estas herramientas y enfoques, las organizaciones pueden proteger eficazmente los sistemas y datos críticos del acceso no autorizado y posibles violaciones de seguridad.
Las soluciones de administración de contraseñas son un componente clave de PAM y se centran en almacenar y administrar de forma segura credenciales privilegiadas. Estas soluciones suelen incluir funciones como bóvedas de contraseñas, rotación automática de contraseñas y políticas de contraseñas seguras. Las soluciones de administración de contraseñas ayudan a aplicar prácticas de contraseñas seguras y reducen el riesgo de robo de credencialesy proporciona control centralizado sobre las contraseñas de cuentas privilegiadas.
Las soluciones de gestión de sesiones privilegiadas proporcionan capacidades de supervisión y control para sesiones privilegiadas. Permiten a las organizaciones registrar y auditar las actividades realizadas durante las sesiones privilegiadas, garantizando la rendición de cuentas y facilitando las investigaciones forenses si es necesario. Estas soluciones también ofrecen funciones como grabación de sesiones, finalización de sesiones y monitoreo en tiempo real para detectar actividades sospechosas o intentos de acceso no autorizados.
El acceso justo a tiempo (JIT) es un enfoque PAM que proporciona acceso temporal y bajo demanda a cuentas privilegiadas. En lugar de otorgar acceso continuo, el acceso JIT permite a los usuarios solicitar y recibir acceso privilegiado solo cuando sea necesario para tareas específicas. Este enfoque reduce la exposición de credenciales privilegiadas, mitiga el riesgo de uso indebido de credenciales y mejora la seguridad al limitar la ventana de tiempo para posibles ataques.
La autenticación multifactor (MFA) agrega una capa adicional de seguridad al requerir múltiples factores para la autenticación del usuario. Las soluciones PAM suelen integrar técnicas MFA, como verificación biométrica, tarjetas inteligentes, códigos de acceso de un solo uso (OTP) o tokens de hardware. Al combinar algo que el usuario sabe (contraseña), algo que tiene (token) y algo que es (biometría), MFA mejora significativamente la seguridad del acceso privilegiado, reduciendo el riesgo de acceso no autorizado.
Las soluciones de administración y gobierno de identidades (IGA) se centran en gestionar y gobernar las identidades de los usuarios, incluidas las cuentas privilegiadas, durante todo su ciclo de vida. Las soluciones IGA facilitan el aprovisionamiento y desaprovisionamiento de acceso privilegiado, hacen cumplir las políticas de acceso y brindan control y visibilidad centralizados sobre las identidades de los usuarios y sus privilegios asociados. Estas soluciones se integran con PAM para garantizar una gobernanza y administración adecuadas de los derechos de acceso privilegiado.
A continuación se muestra un desglose de cómo implementar la gestión de acceso privilegiado (PAM) en su organización:
Siguiendo estos pasos e implementando PAM de manera efectiva, las organizaciones pueden establecer un marco sólido para administrar y asegurar el acceso privilegiado, mitigar riesgos, mejorar la seguridad y mantener el cumplimiento de las regulaciones de la industria. La implementación de PAM requiere un enfoque holístico, que incluya políticas, roles, tecnologías y mejores prácticas para garantizar la protección eficaz de los sistemas y datos críticos.
El futuro de PAM radica en abordar desafíos específicos y adoptar tecnologías emergentes para mejorar la seguridad, optimizar las operaciones y adaptarse a las amenazas en evolución. Al mantenerse proactivas y adoptar estas tendencias futuras, las organizaciones pueden proteger eficazmente sus activos críticos, mitigar los riesgos asociados con el acceso privilegiado y mantener una postura de seguridad sólida frente al panorama de ciberseguridad en constante cambio.
Uno de los desafíos importantes en PAM es la gestión del acceso privilegiado en entornos híbridos y basados en la nube. A medida que las organizaciones adoptan cada vez más servicios en la nube e infraestructuras híbridas, la gestión de cuentas privilegiadas en estos entornos se vuelve compleja. Las soluciones PAM deben adaptarse y proporcionar una integración perfecta con las plataformas en la nube, garantizando controles de acceso consistentes, capacidades de monitoreo y administración de privilegios en los recursos locales y basados en la nube.
Para mejorar la seguridad general, las soluciones PAM deben integrarse con otras soluciones y tecnologías de seguridad. Integración con sistemas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM), plataformas de inteligencia de amenazas y Gestión de identidad y acceso. (IAM) permiten una mejor visibilidad, correlación de eventos de acceso privilegiado y detección proactiva de amenazas. Al aprovechar estas integraciones, las organizaciones pueden fortalecer su postura de seguridad y responder eficazmente a las amenazas emergentes.
La automatización desempeña un papel crucial en PAM, ya que permite a las organizaciones optimizar procesos, hacer cumplir controles de seguridad y mejorar la eficiencia operativa. El futuro de PAM radica en aprovechar tecnologías de automatización como la automatización de procesos robóticos (RPA) y la inteligencia artificial (IA) para automatizar tareas rutinarias de PAM, como el aprovisionamiento de cuentas privilegiadas, la rotación de contraseñas y los flujos de trabajo de solicitud de acceso. La automatización puede reducir los esfuerzos manuales, garantizar la coherencia en los controles de acceso y proporcionar respuestas oportunas a las solicitudes de acceso, mejorando así la eficacia general de PAM.
A medida que evolucionan las amenazas a la ciberseguridad, PAM debe adaptarse y adelantarse a los riesgos emergentes. Las organizaciones enfrentan desafíos como amenazas persistentes avanzadas (APT), amenazas internas y vulnerabilidades de día cero. Las soluciones PAM deben incorporar capacidades avanzadas de detección y respuesta a amenazas, aprovechando el aprendizaje automático y el análisis de comportamiento para detectar actividades anómalas, identificar amenazas potenciales y permitir una respuesta proactiva a incidentes. Además, el monitoreo continuo, las alertas en tiempo real y los controles de acceso adaptables son cruciales para detectar y mitigar amenazas nuevas y en evolución al acceso privilegiado.